lunes, 22 de marzo de 2010

Desventajas de las Redes Sociales


- Invasión de la privacidad


Al utilizar las redes sociales es muy común que se solicite la creación del perfil. En algunos casos puedes mentir, pero lo cierto es que el fin de las redes sociales de amigos, por ejemplo, es el de socializarte, encontrar a amigos que hace tiempo que no veías, intercambiar opiniones con otros compañeros... Y no tiene mucho sentido si no se sabe quién es cada uno.

Y si incluyes el perfil, incluyes tus datos personales, tu fotografía, tu fecha de nacimiento... todo aquello que te distingue como persona y te diferencia de los demás. Es como publicar tu DNI, exponer al público todo lo que eres. Y ¿hasta qué punto sabemos que todos tus datos no se van a utilizar para otros fines? Muchos anunciantes están siempre esperando conocer la información de sus potenciales clientes, y las redes sociales tienen esos datos tan suculentos para las empresas anunciadoras. ¿Qué te gusta consumir? Coloco junto a tu perfil un anuncio de aquello que anhelas para provocarte a comprarlo.

Esta situación está provocando que haya empleos en los que se espíe a los trabajadores, se entra en una red social para conocer qué es lo que hace incluso durante el tiempo que debería estar trabajando. Las redes sociales también están sirviendo para conocer a la persona que se postula a un puesto de trabajo antes de conocerla personalmente. Y esto puede cambiar la balanza hacia un lado o hacia otro de la decisión.

- Falta de seguridad

Unido a esta exposición pública de tu privacidad está la falta de seguridad. Hay demasiada información personal rodando por ahí, y pocas garantías de que esté bien resguardada.
El pasado 3 de febrero se dio a conocer que miles de delicuentes sexuales, muchos de ellos previamente expulsados de MySpace, contaban con cuentas en Facebook. Estos 'refugiados cibernéticos' ponen de manifiesto que en una comunidad tachada de segura, miles de personas acusadas de abusos sexuales continuan manteniendo relaciones virtuales en la red.
Justo un día después se dio conocer un macabro negocio sexual, en el que Anthony Stancl, se hizo pasar por chicas de instituto que flierteaban con chicos menores de edad, convenciéndoles para que le enviasen fotos desnudos. Una vez que el joven, de 18 años, tenía las imágenes en su poder chantajeaba a los adolescentes, obligándoles a mantener relaciones sexuales con él.
Facebook rápidamente reaccionó afirmando que menos sólo un 1% de sus cuentas, en estos momentos cuenta con 150 millones de usuarios, son falsas. Curiosamente, eso sitúa el número de cuentas falsas en los 1,5 millones.

La participación en las redes sociales no está exenta de riesgos, como los robos de identidad. Incluso los usuarios más cuidadosos pueden entregar información personal a extraños sin que se den cuenta, al bajar e instalar una aplicación diseñada por terceros y que incluyen juegos, competencias, concursos de conocimientos y regalos virtuales. Las personas que ingresan a estas redes piensan que esa información, que considera privada, pueden verla solo los amigos o grupos específicos, pero los programadores a veces la utilizan para poner en contacto a usuarios con intereses parecidos. Otras veces se usa para difundir publicidad orientada a sectores específicos, tomando en cuenta cosas como la edad y el género.

- Adicción

Se ha modificado la forma de relacionarnos y el ordenador se ha convertido una herramienta básica de la que no podemos desprendernos.
El director de un blog recibió un mail en el que decía que no podía estudiar porque le habían cerrado su cuenta en Facebook:
"Dear Michael,
I’m a college student at University of Michigan and Facebook has deactivated my account. I’ve noticed, from reading your blog, you have connections to Facebook’s staff. Can you please forward this email to someone or do something… I just can’t be a college student without Facebook. I did nothing to have my account deactivated… it just happened late Sunday night. I’ve emailed them, but they don’t care. "

Un usuario de Tuenti dejó durante la madrugada una media de 78 comentarios por hora en el blog de Tuenti, pidiendo la vuelta cuanto antes del servicio cuando se migraron los servidores para ofrecer un mejor servicio. Para esa persona las redes sociales son una auténtica adicción:
"Llevo desde las 00:20 aproximadamente, recargando la pagina de Tuenti cada 5 minutos y todavía no funciona… estoy empezando a tener sudores extraños, tengo ansiedad, siento que me falta algo…"
Sin duda son los síntomas de cualquier adicción, un "mono" por utilizar un servicio que en ese momento en concreto no funcionaba. ¿No es capaz de esperar al día siguiente?

¿A dónde vamos a llegar?

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